Griezmann afronta primera gran prueba con el Barcelona

Seguramente cuando Antoine Griezmann levantó el celular en marzo para escuchar a los representantes del FC Barcelona que quieran negociar con él, nunca le dijeron que iba a llegar a ser el líder. Tampoco que iba a tener la responsabilidad de liderar al equipo.

En un hipotético caso, solo iba a ser el tercer caminante culé en el frente de ataque. Con los ojos azules y con una daga en su poder para asestar todos los golpes que pudiera. Sin embargo la responsabilidad mayor era entenderse rápidamente con Messi, y asociarse con Suárez en la búsqueda del gol.

No le mintieron los directivos catalanes. Solo que al llegar, el francés tuvo que trabajar en la pretemporada sin sus mayores referentes. Y cuando le correspondió debutar en La Liga, no tuvo a Messi por lesión y después perdió a Lucho Suárez por la misma situación.

Y la cosa no acabó acá. Coutinho se marchó cedido al FC Bayern Múnich, y Ousmane Dembélé estará cinco meses de baja por una rotura fibrilar en el bíceps femoral del muslo izquierdo.

Los planetas se alinearon para lo peor en el inicio de temporada blaugrana. Solo está sano y salvó el recién llegado campeón del mundo, un hombre que supo liderar al Atlético Madrid a dos finales de Champions League, a ganar una Liga y la Europa League.

Un debut poco alentador

San Mamés fue una pesadilla. El nuevo templo vasco desnudó al Barcelona de un Ernesto Valverde sin ideas. Griezmann partió por derecha junto a Dembélé y Suárez. Luego, con la lesión del uruguayo, se plantó como centrodelantero y se vio limitado. No le llegaron balones claros y él tampoco hizo algo para buscarlos.


Careció de volúmen ofensivo, a pesar de pagar tres pelotas de los postes. Fue un Barcelona espeso, con fragilidad en el medio sector y que tuvo en Rafinha Alcántara su mejor hombre en la cancha.

Las ironías de todo esto es que el brasileño, hermano de Thiago Alcántara, pudiera salir cedido o traspasado a otro club español.

Llegó el momento de Griezmann

Mientras todo se resuelve, Antoine debe ejercitar sus hombros y cargar su mochila. El peso que tendrá por estos días será, capaz sea posible, el más grande que va a tener en su carrera: cargar al FC Barcelona. Recibirán al Real Betis, y todavía ‘Grizzu’ no sabe quiénes serán sus compañeros de combate en la primera fila de guerra.

¿Para eso pagaron €120 millones, no?

Escrito Por: Raúl Zambrano Cabello | @RaulZambrano7

Foto: Alejandro Villegas /@AlejandroVG32

 

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